jueves, 21 de julio de 2011

Generación He-Man


Los que nos criamos a las tres de la tarde, viendo He-Man después de la escuela, entre otras cosas, aprendimos el sentido del trabajo en equipo.

En la serie de muñequitos, por más fuerte que fuera el personaje, siempre pedía ayuda a sus compañeros "para poder vencer las fuerzas de Skeleton", o el enemigo que fuera a apoderarse de Eternia y Grayskull. Aun He-Man, con su cabellera dorada y músculos de acero color zanahoria, necesitaba a su compañero Cringer para no sentirse tan solo en sus aventuras y guardando el secreto que solo Sorceres, Man at Arms y Orco sabían. Amigos, que junto a tantos otros, combatían el mal, daban la vida por el prójimo y en ocasiones salvaban de la muerte a sus enemigos.

Aprendimos que existe el bien y el mal. Que son fuerzas poderosas y nunca se pueden subestimar si es que quieres vencer. Que cada fuerza tiene sus representantes, y éstos sus secuaces y cómplices. Aunque utópicamente, siempre al fin ganaba el bien, nos quedamos con el sabor de una lucha bien peleada.

Conocimos, que la mujer puede ser sexy, linda, respetada, independiente, inteligente, fuerte, habilidosa, valiente y audaz.. sin tener que someterse al escarnio voraz de una sociedad machista en que el hombre es quien único pelea las batallas. Teela, que fue adoptada, era la capitana de la guardia real y peleaba mano a mano con los héroes. En adición, era lingüista, leía e interpretaba textos y escrituras sagradas antiguas. Su contraparte era Evyl-Lyn, que era una maga muy fuerte, aunque después de Sorceress, la cuidadora del castillo Grayskull, madre de Teela y más poderosa maga de Eternia.

Ahora bien.. la generación que se aúpa, lo que ven son novelas a las tres y a las cuatro, noticias a las cinco, la Comay a las seis y por la noche algún juego electrónico. Sin contar el vicioso y desmedido acceso al internet y las redes sociales.

Dónde quedaron esas cosas del ayer, en el recuerdo y las acciones de los que somos hoy.